Setas y energía

. 10 nov 2008

Sabemos que es difícil hacer el enlace entre setas y energía pero esta extraña combinación ha llevado a manahmana a La Rioja la semana pasada para ir poniendo a punto nuestra sección de divulgación ambiental.

Os voy a contar cómo se le da un toque manahmaniano a un curso de setas, que en este caso tenía el siguiente título: curso de setas orientado al turismo: guiar, sugerir y sorprender al visitante.

El curso/taller lo hemos preparado por encargo de de la Asociación de Desarrollo Rural Rioja Suroriental, en Arnedo. El primer día repartimos a cada uno de los 25 participantes la foto de una seta de interés, comestible o tóxica. Esta seta iba a ser su identidad durante los 4 días que ha durado el curso. Cada persona debía presentarse con su nombre y el de la seta, y contar algo sobre ella, si es que sabía qué seta era. Después a mi me tocaba comentar algunas características de la personalidad de cada seta y preguntaba si le gustaba su identidad. Los que no se sentían identificados podían, al final de las presentaciones, cambiar su identidad micológica con otros participantes.

Era un experimento que probaba por primera vez. Tenía mis dudas al principio sobre las reacciones posibles. Pero funcionó muy bien y ha dado pie a mezclar la participación, la diversión y el aprendizaje a lo largo del curso.
La gama de juegos que pueden salir es múltiple. Se puede hacer que los participantes interactúen entre ellos. Por ejemplo, pidiéndoles que se junten con “setas venenosas” que se les parecen, o con “setas” que pueden salir en la misma época o en el mismo hábitat. Una vez en el campo también es divertido jugar a buscar tu seta o cambiarla con alguno que la haya encontrado. En un espacio cerrado´da buen resultado jugar al Identitity o a Quién es quien: una o varias personas se levantan y hay que adivinar cual es su identidad micológica. Las pistas o las preguntas pueden ser del tipo: ¿Eres comestible? ¿Tienes láminas? ¿Sales en los robles o en los pinos? ¿Eres una seta popular?

También hicimos una dinámica en la que nos convertíamos en políticos. Se hicieron cuatro mesas de trabajo para idear planes que generen actividad económica en la zona a través de las setas. Unos tenían que ser muy realistas y otros muy idealistas. La ventaja de esta actividad es que había muchas personas con alguna relación profesional con el tema. Entre otros: agentes forestales, propietarios de restaurantes y casas rurales, socios de una empresa de turismo activo, presidente de asociación de desarrollo rural…además de otros que simplemente eran aficionados. Al final un portavoz de cada mesa exponía los planes al “pueblo”, que estaba ahí representado, y ponía las ideas a prueba de la opinión pública. Nos reímos mucho y salieron ideas interesantes.

Tuvimos la suerte de ser sorprendidos por una degustación de setas en el curso.
Entre los participantes estaban los propietarios de La Petra un restaurante de Arnedillo (ese pueblo agraciado con termas y pozas de agua caliente) que tiene entre sus especialidades culinarias setas silvestres. Nos prepararon un aperitivo salado de pastel de hongo y un postre hecho con setas que estaba impresionante. En la imagen vemos a los cocineros presentando la degustación.

El sábado por la mañana hicimos una excursión al carrascal de Villarroya, uno de los lugares mejor conocidos por los seteros, en La Rioja y más allá, y aunque sólo nos llevamos unos pie azul y alguna seta de cardo para probar encontramos otras muchas setas de raras formas y colores.

En fin, que nos lo pasamos bien, aprendimos y se crearon contactos e ideas. Y pusimos a prueba el estilo que poco a poco vamos formando en manahmana para mezclarlo con viejas actividades a ver qué pasaba…y funcionó.

Me he alargado un poco así que en un próximo post tocará hablar de energía…

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